INFORME PISA

PISA

El Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes se basa en el análisis del rendimiento de estudiantes a partir de unos exámenes mundiales que se realizan cada tres años y que tienen como fin evaluar el nivel de conocimientos generales en todas las materias, pero también dar una idea del estado de desarrollo de habilidades consideradas necesarias en la vida adulta.

Podríamos decir que los datos no son representativos ya que,  muchos de estos países no son comparables económicamente, políticamente y socialmente hablando. Pero lo cierto es que las puntuaciones que los países obtienen parecen ajustarse a todos los tópicos al respecto.

Los mejores son los asiáticos y los nórdicos, los peores los de los países del Sur. Los chicos sacan, en general, mejores puntuaciones en matemáticas, mientras que las chicas son mejores en el dominio del lenguaje.

Y en España las Comunidades Autónomas del Norte obtienen mejores notas que las del Sur: mientras Madrid, Castilla y León y Cataluña están por encima de la media de la OCDE, Andalucía y Extremadura están muy por debajo.

Política y educación en España

El sistema educativo español se halla en constante reforma: con cada Gobierno de un signo político u otro se han introducido reformas radicales que se adecuasen a la nueva ideología política. Si ponemos un ejemplo que represente todo esto, en los últimos 27 años en España ha habido tres grandes reformas educativas (LOGSE, LOCE y LOE). Mientras que por el contrario en Irlanda solamente una. A ello hay que añadir que las competencias en educación de cada Comunidad Autónoma  permiten que en ellas, donde los Gobiernos cambian más a menudo de signo, se produzcan cambios importantes con relativa frecuencia.

Lo preocupante de todo este asunto no es ya la falta de un sistema unitario o estable en el tiempo, si no que cada partido que gobierna utiliza la educación con fines políticos. Los partidos políticos aprovechan el debate sobre la educación para dar rienda suelta a la confrontación partidista. Es preciso que los partidos políticos dejen de utilizar la escuela como campo de batalla para sus intereses partidistas.

El Estado debería ocuparse de garantizar una educación de calidad accesible para todos, sin introducir ideologías políticas de un signo u otro. El diseño de dichos contenidos debería dejarse a profesionales de la docencia, y no de la política.

Para ello la solución más sensata es la creación de un pacto de educación a nivel estatal entre todos los grandes partidos políticos. De este modo la aparición de nuevas leyes con cada cambio de Gobierno.